SOBRE LA IMPLEMENTACION DEL OPERATIVO APRENDER 2016 EN LA UNR
¿Qué es el
Operativo Nacional de Evaluación "Aprender 2016"?
Se trata de un
dispositivo de evaluación impulsado por el Ministerio de Educación y Deportes de la
Nación en las escuelas públicas y privadas de todo el país, incluyendo a los
institutos dependientes de las Universidades Nacionales. Tal como señala la página web oficial, “[se pretende evaluar] a todos los estudiantes que cursen 6°
grado de la primaria y los de 5° o 6° año de la secundaria (dependiendo de la
estructura de nivel de cada jurisdicción). Además, a modo de muestra
representativa, formará parte un grupo de estudiantes de 3° grado de primaria y
de 2° o 3° año de la secundaria (según la estructura de nivel de cada
jurisdicción)”.
De este modo, el Ministerio de Educación y Deportes
de la Nación se propone evaluar los conocimientos de Lengua, Matemática,
Ciencias Sociales y Ciencias Naturales, según el año que cursen, de 1.400.000
estudiantes.
¿Por qué rechazamos el operativo “Aprender 2016”?
En líneas generales y en consonancia con lo
planteado por las representaciones gremiales de docentes a nivel nacional
(CONADU, CTERA, SADOP), señalamos que:
* El operativo concibe la evaluación como un fin en sí
mismo y como un mecanismo punitivo, que reduce la participación de la docencia
a meros aplicadores y de los y las estudiantes a simples objetos de
estudio.
* Al tratarse de pruebas de
respuesta cerrada (multiple choice), se
asume la idea de que aprender es poder mostrar resultados, dejando de lado la dimensión
procesual de la enseñanza y el aprendizaje. Sabemos que las evaluaciones
estandarizadas de aprendizaje nunca evalúan todo lo que se aprende en cada una
de las áreas evaluadas. Lo deseable, entonces, sería ampliar los contenidos que
se evalúan atendiendo a la relevancia social de los saberes y no prestando
atención solamente a las disciplinas tradicionales. Por otra parte las
evaluaciones deberían brindar información, no sólo señalar el problema a los
fines de poder realizar un diagnóstico de la situación educativa y no solamente
monitorear.
* El diseño del operativo ubica a las y los docentes
como meros “aplicadores” de instrumentos elaborados fuera de las aulas por “técnicos
y/o especialistas”. Al mismo tiempo que su aplicación supone la imposición de responsabilidades y carga de tareas ajenas al trabajo docente,
todo ello sin haber convocado la participación de la docencia para su diseño y/o
los criterios de aplicación.
* De este modo, el dispositivo vulnera los derechos
de los y las trabajadores docentes al prescribirles funciones que van más allá
de sus tareas habituales contenidas en el Convenio Colectivo de Trabajo.
*Creemos que la evaluación de una institución de
enseñanza pública — como las escuelas dependientes de las UUNN- tiene
que involucrar a todos los sujetos partícipes del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
* Finalmente, el
hecho de evaluar no produce por sí solo cambios en la educación, los procesos
de enseñanza y de aprendizaje tienen otros tiempos y dependen de diversos
factores que van más allá de la evaluación instrumental.
Sobran motivos para rechazar terminantemente la
implementación de este operativo de evaluación y exigir la suspensión del
mismo.
Cualquier iniciativa de este tipo debe contemplar
instancias de diálogo, debate y reflexión que involucren a la comunidad
educativa en su conjunto, a fin de alcanzar acuerdos sobre los sentidos,
características y condiciones que se necesitan para construir democráticamente
un sistema de evaluación nacional en el contexto actual.