11/07/2016

BICENTENARIO DE LA DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA

Desde la asunción de Mauricio Macri al frente de la Presidencia hemos señalado nuestra preocupación por el rumbo de la política del Gobierno. La pérdida del poder adquisitivo de las mayorías sociales es la contrapartida de la brutal transferencia de ingresos que beneficia al poder económico concentrado. 

Como parte del movimiento docente, asumimos la defensa de las conquistas y derechos de los trabajadores y trabajadoras así como levantamos en alto la bandera de la educación pública y vamos a aportar a la más amplia e imprescindible unidad.

Claramente, deberían de tener angustia de tomar la decisión, querido Rey, de separarse de España. Los ciudadanos de 1816 no eran superhombres. Seguro tuvieron miedo y angustia, pero el coraje y la convicción fue más fuerte.

Mauricio Macri, 9 de julio de 2016.

 

Lejos de toda improvisación, la celebración del Gobierno Nacional del Bicentenario de la Declaración de la Independencia tiene un profundo sentido político y se enmarca con las acciones emprendidas desde el mismo 10 de diciembre último.

Desde los contenidos discursivos pasando por las presencias/ausencias institucionales hasta los desfiles componen una escena donde el sentido soberano de la Independencia queda diluido. La nula mención al proyecto de liberación continental se complementó con la ausencia de presidentes de América Latina y la presencia del “querido” Rey Juan Carlos I de España. La escena se completa con la angustia que el Presidente imagina sintieron los congresales de 1816 al separarse del Reino de España.

Tampoco nos pasa desapercibida la repudiable presencia de los partícipes del Operativo Independencia en Tucumán ni de Aldo Rico protagonista del alzamiento carapintada durante el gobierno constitucional de Alfonsín en desfile de calle Libertador.

 

Si un gremio consigue una reducción horaria, eso lo asumimos todos como parte de un costo y no está bien.

Mauricio Macri, 9 de julio de 2016.

 

La primera pregunta que tenemos que formularnos es por qué el Presidente decide incluir esta mención en su escueto discurso. Lo que se presenta como expresión aislada en el discurso es algo completamente coherente con el ataque a nuestros derechos y conquistas como trabajadores.

Más aún, nos previene de los próximos pasos que procura dar el gobierno: el vínculo con la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, Colombia y México) y los Tratados de Libre Comercio (Transpacífico y con la Unión Europea) vienen acompañados de flexibilización laboral.

En la óptica del Presidente, que confluye con la ideología neoliberal, los derechos laborales son un costo y la organización de los/as trabajadores/as –los gremios- un obstáculo.

 

Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener,
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.

Vicente López y Planes y Blas Parera. Himno Nacional argentino, 1813

Desde la asunción de Mauricio Macri al frente de la Presidencia hemos señalado nuestra preocupación por el rumbo de la política del Gobierno. La pérdida del poder adquisitivo de las mayorías sociales es la contrapartida de la brutal transferencia de ingresos que beneficia al poder económico concentrado. 

Como parte del movimiento docente, asumimos la defensa de las conquistas y derechos de los trabajadores y trabajadoras así como levantamos en alto la bandera de la educación pública y vamos a aportar a la más amplia e imprescindible unidad.

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